Las empresas españolas -tanto familiares como no familiares- tienen, en la actualidad, una excesiva dependencia de la autofinanciación (beneficios retenidos) o de los préstamos bancarios tradicionales para financiar sus nuevos proyectos de inversión.
En el año 2008 llevaron de media el 75,4% de sus resultados a reservas, en la actualidad, hacen un uso marginal de las fórmulas de financiación alternativas: business angels, capital riesgo, préstamos participativos, sociedades de garantía recíproca, ayudas y subvenciones públicas y el mercado de capitales. Según el estudio, las fuentes de financiación alternativas preferidas por las empresas familiares son, por este orden, las ayudas públicas, el capital riesgo y los préstamos participativos. Mientras que las empresas no familiares se decantan por los préstamos participativos y los mercados de capitales, como principales opciones. El estudio revela que las empresas familiares de primera generación son las más interesadas en utilizar el MAB como medio de financiación, por delante de las de segunda y tercera generación. Esta postura se explica porque son las compañías más jóvenes las que necesitan de mayor capital. Una vez se han incorporado a la empresa familiar las generaciones posteriores al fundador, estas están más consolidadas y son capaces de generar más recursos. En relación a las principales barreras de entrada de las compañías al MAB, destacan la pérdida del control de las acciones y la resistencia al cambio de los propietarios.
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Editorial : Universidad de Granada
ISBN-10 : 8433850717
ISBN-13 : 978-8433850713