Entrevistamos a Carmen López Sánchez-Polaina, miembro de la tercera generación del grupo empresarial familiar Matías López Sucesores S. L.
17/10/2005
Hoy entrevistamos a Doña Carmen López, Diplomada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Jaén, en la actualidad directora financiera de Cerámicas Santa Ana S.A, y miembro del Consejo de Administración del Grupo empresarial familiar Matías López Sucesores S.L.
Carmen López junto a su padre, D. Miguel Ángel López Barea y sus hermanos, Rosa, Esther y Matías López Sánchez-Polaina han sabido poner en valor y proyectar hacia el futuro el patrimonio heredado y la formación empresarial recibida de sus antecesores, que eran distinguidos empresarios jiennenses.
¿Cuál ha sido la evolución de su empresa?
La actual empresa Matías López Sucesores SL., que se dedica a la fabricación de material cerámico, se constituyó en el año 1950 con el nombre Cerámica Santa Ana S.A. por mi abuelo paterno Matías López López, persona de gran inquietud y con una importante trayectoria empresarial. En el año 1975 la empresa transformó su proceso productivo en manos de mi padre Miguel Ángel López Barea, que heredó de su padre la inquietud y las ganas de mantener el negocio familiar haciendo hincapié en la calidad y competitividad del producto. En el año 1987, empecé a trabajar en la empresa, al finalizar empresariales y unos años después se incorporó mi marido, Jesús Castro López actual gerente, con el fin de afrontar otra gran reforma en la empresa mediante la cual se modernizó el proceso productivo y se centró la producción en la elaboración de material prensado. Desde entonces la empresa sigue una trayectoria en continua innovación y desarrollo dentro del proceso productivo, habiéndose alcanzado cotas importantes de comercialización dentro del mercado nacional e internacional.
En la antigüedad Martos fue un polo importante en la fabricación de material cerámico que fue decayendo a lo largo del tiempo debido sobre todo a la falta de competitividad así como una serie de factores vinculados a la materia prima. Actualmente sólo ha logrado mantenerse nuestra empresa gracias a la constancia y esfuerzo de su dirección en fabricar productos que encajen en las exigencias actuales del mercado.
Mi hermano Matías, licenciado en derecho y con un master MBA en Houston, trabajaba en Madrid en la empresa El Águila como director de riesgos y por su carácter emprendedor vio la necesidad de diversificar el patrimonio familiar compuesto hasta entonces por la empresa cerámica y la explotación de una finca agrícola en Mengíbar. Propuso entonces a la familia crear en Martos una empresa de envasado de aceite de oliva por la falta de empresas envasadoras en la cuna del aceite de oliva y por el futuro que le veía a esta actividad.
Así pues en 1997 con el apoyo de mi hermana Rosa, licenciada en derecho que trabajaba en ese momento en la Fundación del Olivar, se constituyó Oleo Martos S.L. una empresa joven y dinámica que nace como consecuencia de la creciente demanda que el aceite de oliva está teniendo en el mundo. Sin dejar a un lado la tradición y cultura de nuestro pueblo, Oleo Martos cuenta con las últimas tecnologías de vanguardia y un equipo humano altamente cualificado.
Rigurosa y estricta en sus aceites, con un control de calidad exhaustivo y moderno tanto en sus productos como en el proceso de envasado y comercialización, consigue alcanzar la seriedad y el rigor profesional imprescindible en la industria actual.
En tan solo siete años Oleo Martos es la quinta en el ranking de ventas de aceite de oliva, exportando a 14 países, en torno al 40% de sus ventas se realiza fuera de España.
Basándonos en esta experiencia y con una estrategia de diversificación nace en el año 2004 Bodegas López Mercier, situada en pleno corazón de la denominación de origen La Mancha. Al igual que Oleo Martos, cuenta con un equipo de profesionales altamente cualificado y las más modernas tecnologías, consiguiendo una amplia gama de vinos equilibrados, armoniosos y fragantes con cuidado extremo en la selección de los caldos.
¿Cuáles son los órganos de gobierno de la empresa?
Persiguiendo asegurar la continuidad futura del grupo familiar de empresas y bajo el asesoramiento de unos profesionales externos, implantamos un protocolo familiar el cual firmamos en diciembre de 2003. Como resultado, se organizó la estructura de la empresa y se adoptaron normas que permitiesen el buen funcionamiento y continuidad de la empresa en el futuro. Se constituyó un Holding que aglutina las cuatro empresas actuales. El órgano de gobierno de las empresas es un consejo de administración al que pertenecemos todos los accionistas, vinculados o no en el trabajo de las empresas y en el cual con reuniones periódicas se revisa la evolución de las empresas, se toman decisiones estratégicas, y se tratan profesionalmente todos los temas inherentes a las empresas.
¿Qué aspectos positivos puedes destacar de trabajar en la empresa de tu familia?
La familia en su conjunto está comprometida con el éxito del negocio, existe un fuerte sentido de responsabilidad respecto al trabajo y la calidad de los productos. En el seno de la familia la comunicación se desarrolla con fluidez y sabemos ceder para llegar a un consenso. Hay una mayor planificación a largo plazo y un ambiente empresarial por la tradición familiar.
¿Y los aspectos negativos?
Obviamente no es lo mismo ser directivo en una empresa no familiar, sin relaciones directas ni con los propietarios ni con los miembros del consejo de administración, que ser directivo en la propia empresa familiar y miembro de la familia. Hay que dar solución a muchos conflictos dentro de la empresa sin que sufra la familia, como por ejemplo: la incorporación de nuevos miembros de la familia a la empresa, la política retributiva, la salida de directivos, las jubilaciones; temas que pueden dar lugar a tensiones y afectar a la vida familiar. Otros retos que se plantean es encontrar capital para crecer sin diluir el control familiar y vencer la resistencia de los seniors a dejar sus puestos de trabajo en el momento oportuno y tener la capacidad de atraer y retener a directivos no familiares.
¿Crees que ha influido algo en tu trayectoria profesional el hecho de ser mujer?
No, en mi familia eso no ha influido. Nosotras, las tres hermanas, estamos trabajando en la empresa familiar, dos directamente y una indirectamente. Las mujeres hoy en día equipadas de una buena formación y experiencia empresarial, se enfrentan a la tradición paternalista y asumen el liderazgo de la empresa, en la familia y en el consejo de administración.
¿Qué crees que habéis aportado la tercera generación a la empresa familiar?
Creo que hemos aportado más formación, estamos más preparados que la generación anterior y seguramente la próxima generación venga más preparada aún. La verdad es que los empresarios de antes no estaban tan formados como ahora pero también porque prácticamente no hacía falta, había menos exigencias. Sin embargo, tenían un gran espíritu emprendedor y grandes inquietudes. Esta generación nuestra ha dado más dinamismo a las empresas, hemos aprendido a escucharnos, las empresas son cada vez más complejas y por eso hemos creído que el protocolo nos puede ayudar mucho. Ahora mismo nos llevamos bien, las empresa van bien, estamos motivados. En el futuro llegarán nuevos miembros y hay que evitar el caos. No se debe dejar nada al azar, de ahí que cada vez haya más familias empresarias preocupadas por lograr un acuerdo familiar sobre propiedad, patrimonio y negocio.